Espectáculo Musical Los Amores del Arcipreste de Apuleyo Soto

FECHA: 29/09/2012 - 30/09/2012
HORA: 20:30 - 22:00
LUGAR: Teatro Juan Bravo
PRECIO:

DONDE COMPRARLAS:
Taquilla del Teatro Juan Bravo | De X a V: de 11h a 14h / 19:30h a 21:00h S / D y F : De 17h a 21h
ORGANIZADORES: Teatro Juan Bravo
MAS INFORMACION: WEB | FOLLETO PDF



OTRA INFORMACIÓN:

Espectáculo musical basado en el “Libro de Buen Amor” del Arcipreste de Hita.
Más que una recreación o modernización del texto clásico es una creación nueva, con el lenguaje lírico del siglo XXI y con toda la picardía y arrojo del primer Don Juan español en el personaje protagonista.
Se trata de un viaje por la historia, la geografía y las clases sociales castellanas de la Alta Edad Media, ya en los albores carnales del Renacimiento, época de gran desenvoltura en las costumbres.
El montaje efectuado por la Compañía Distrito 20 de Madrid y Fondo Cultural Sierra Norte de esta “comedia musical a lo divino si encubriera más lo humano”, constituye un festín para los sentidos y un gozo espiritual para la sensibilidad.
Obispos, canónigos, alcaldes, alguaciles, labriegos, pastores y menestrales, con dueñas, serranas, monjas, venteras, lavanderas y bailarinas moras forman un abigarrado conjunto, lleno de colorido y alegría audiovisual, que se mueve en el escenario como una maquinaria de relojería y como un carrusel se sensaciones y emociones.
“Los amores del Arcipreste”, que siguen palmo a palmo las andanzas y correrías que ofrece Juan Ruiz en su Libro de Buen Amor, si bien trastocados algunos tiempos y lugares, para acercarlos a la realidad de hoy, han de entenderse en su doble dirección: como si fueran ficticiamente imaginados por el autor primitivo y como si de hecho hubieran sido verdaderos, es decir, protagonizados por el mismo que los cuenta en una suerte de autobiografía enmascarada.
Mi modesta aportación teatral no hace más que rizar el rizo que otros antes rizaron con maestría, sin apenas salirme de la plantilla original. Incluso las digresiones, cuentos, fábulas o moralidades del clérigo poeta se ensartan con naturalidad en el desarrollo de la acción: un viaje que es tanto físico como sentimental y espiritual.
En resumidas cuentas creo que me ha salido una comedia muy española, con tonos, ambientes y personajes característicos.
Estos personajes, repobladores de aluvión en su mayor parte, ocupan los puertos y laderas de ambas vertientes de la Cordillera Central o Montes Carpetanos en las actuales provincias de Madrid, Segovia y Guadalajara, esta última entonces bajo la jurisdicción arzobispal  de la sede toledana, más rígida quizás que otras por la religación directa con Roma.
El relajamiento de las costumbres era no obstante notable en aquella sociedad que se debatía entre la razón y la revelación, la fe y las obras, especialmente entre las clases cultas y ricas de la nobleza y la clerecía, con singular incidencia y gravedad en los aspectos de la vida sexual.
El pueblo llano solía vivir de espaldas a los poderes administrativos, salvo en dos cuestiones fundamentales: la entrega de tributos y la sumisión a la iglesia.
La primigenia raíz romano-visigoda germinaba bajo la invasiva cultura musulmana, más reciente aunque ya en declive, y las mutuas influencias y trasvases estaban sedimentándose y cristalizando no sin tensiones. El desarrollo de la lengua es un ejemplo palmario. También la cultura judía está en el sustrato del Libro de Buen Amor.
La Reconquista se acercaba a las puertas de Granada. Castilla se afirmaba política, económica, militar y religiosamente, y el arte y la literatura proliferaban por el impulso de los reyes y los señores feudales.
Es en este contexto ampliamente liviano donde aparece Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (Guadalajara), empujando en sus coplas y cantares y en sus medidos tetrámetros monorrimos  consonánticos o cuasiconsonánticos, los aires del Renacimiento que se avecina. Y que importa otra moderna singularidad: la temática erótico-amorosa, pintada a veces con tintes lindantes a la lubricidad.
Con su “fabulosa” autobiografía, en nada exagerada, ya que los sacerdotes envueltos en amoríos formaban parte del ambiente popular cotidiano, el Arcipreste del loco y del buen amor nos ha entregado la crónica más sarcástica, frescachona y sensual de la Alta Edad Media.
Pero mi trabajo resultaría ocioso si se limitara a reproducir una versión moderna del Libro. Hay algo, mucho, de mi cosecha, y espero que no pase inadvertido. He re-creado la vida y los amores del Arcipreste tomándome algunas licencias.
Hay arcaísmos deslizados intencionadamente y neologismos de pura invención. También hay nuevas composiciones y situaciones, que son fieles al espíritu y la escritura de Juan Ruiz.
El contraste ofrecido creo que le habría satisfecho. Como espero que les satisfaga a los curiosos de la comedia. Enseñar deleitando ha sido mi propósito: el mismo del Maestro.
Deslices, que sin duda habrá, los sabrá disculpar el indulgente espectador.

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