Porque la luna sí se puede tocar con las manos. La 34 edición de Titirimundi convertirá el otoño en primavera para celebrar la Vida con un riguroso protocolo de seguridad sanitaria

  Referente mundial en el arte del teatro de títeres, por primera vez en su historia se desarrollará del 22 al 27 de septiembre sin espectáculos de calle, ni colas en las puertas, ni público sentado en las escaleras y plazas, sino exclusivamente con montajes en salas de interior y en patios y jardines, con unas medidas de prevención muy rigurosas para hacer de Titirimundi una experiencia segura 

La venta de entradas comenzará el día 10 de septiembre exclusivamente vía online y en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV). No habrá venta en puerta. Para las funciones en el Teatro Juan Bravo se podrán adquirir a través de su taquilla y en su modalidad online 

Este año no será el año de la cercanía física ni el de la interacción entre público y artistas, pero sí de la proximidad emocional. Titirimundi abrirá una ventana a la riqueza de la ilusión que propicia la creación artística, en una apuesta por impulsar un sector duramente castigado por la pandemia y en la experiencia de vivir las artes escénicas presencialmente, como hecho intrínseco al teatro 

Serán 21 las compañías que conformarán la 34 edición, en su mayoría españolas, que realizarán 89 funciones en 15 espacios de la ciudad privilegiando la belleza inesperada de las pequeñas cosas y habitando lugares de fantasía y realidad donde parecen revelarse los misterios de la existencia. Además, 38 pueblos de la provincia disfrutarán de sus espectáculos y 19 sesiones en las extensiones 

Sin Titiricole ni talleres, el Festival regalará tres funciones especiales a puerta cerrada y transmitidas en streaming a los centros educativos y a los alumnos de Titiricole, así como a los pacientes de la unidad de Pediatría del Hospital General de Segovia. También se ofrecerá una función gratuita a los sanitarios y sus familias, y se desarrollarán clases magistrales a través de Zoom

El Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia Titirimundi celebrará su 34 edición del 22 al 27 de septiembre, y, a consecuencia de la COVID-19, por primera vez en su historia sin espectáculos de calle, ni colas en las puertas, ni público sentado en las escaleras y plazas, sino exclusivamente con montajes en salas de interior y en patios y jardines. Lugares en los que se desarrollarán unas medidas de prevención muy rigurosas con un aforo controlado al mínimo detalle y reducido a más del 50% establecido por la normativa. 

Presentación de la 34 edición de Titirimundi

Con un nuevo programa que el equipo ha tenido que rehacer, la 34 edición será una versión reducida y adaptada en cuanto a número de funciones, compañías y espectáculos. Una edición particular gracias a la inestimable confianza, patrocinio y apoyo del Ayuntamiento de Segovia y de la Junta de Castilla y León, así como de la Diputación de Segovia y de diferentes colaboradores. Titirimundi 2020 estará protagonizado por un protocolo de seguridad sanitaria muy estudiado, organizado y acorde basado en las recomendaciones de las autoridades sanitarias. “Hemos repensado todo el evento desde el punto de vista de la seguridad. Este ejercicio nos ha llevado a tomar decisiones que antes del Coronavirus eran inimaginables, como eliminar toda la programación de la calle, tener que renunciar a la presencia del Carrusel, los talleres en el Azoguejo y las fiestas”, señala la directora del Festival, Marián Palma. Ni siquiera habrá programas de mano en papel para evitar todo contacto, sino que la información estará disponible en la web a través de todos los dispositivos y de QR. 

Pero lo que sí quiere destacar la organización del Festival es que Titirimundi conserva un espíritu fuerte y sólido como seña de identidad para inundar de vida a la ciudad: “Haremos que ese espíritu tan característico con el que nació, se mueva y esté presente desde una perspectiva diferente en un momento en que es más necesario que nunca renovar la ilusión”, expresa Palma. 

Por eso Titirimundi convertirá el otoño en una primavera discreta salpicada de las huellas de esa ilusión que alimenta al festival y a su público, tirando del hilo de la memoria para habitar los espacios más cercanos que nos unen desde una distancia segura en la que los metros de separación y los posos de vacío que dejan puedan transformarse, como por ese arte de magia característico del Festival, en la irrupción de lo maravilloso y, más que nunca en la necesidad de celebrar la Vida en sí misma a través del arte. 

Tras haber considerado y estudiado numerosos protocolos y recomendaciones de los organismos oficiales así como de grandes eventos, Titirimundi ha elaborado un plan de contingencia frente a la COVID-19 con el objetivo de adoptar buenas prácticas. “El fin último es hacer aún más segura la experiencia de asistir a un evento de la envergadura de Titirimundi. Una magnitud mermada en estos momentos pero adaptada a todos los reglamentos, y sobre todo al sentido y al bien común. Este será el año que aprendamos a ir al teatro de otra manera, pero no por ello evitar el gozo del hecho artístico”, añade la directora. Por ello el Festival ha elaborado una guía para ayudar al público a tener una mejor experiencia dadas las circunstancias y disfrutar de un festival seguro. 

Medidas básicas para disfrutar de un Titirimundi seguro y más necesario que nunca 

Entre esas medidas destaca la desinfección de los espacios, butaca por butaca antes y después de su uso en cada una de las funciones y el control del aforo. Por eso las entradas, nominales y con asiento numerado, no superarán el 50% del aforo permitido de cada espacio, siguiendo la normativa. De hecho si cada año se venden 15.000, en este no será posible más de 4.000, considerando que se han elegido espectáculos de pequeño formato para evitar aglomeraciones. Se podrán adquirir desde el 10 de septiembre exclusivamente vía online (www.titirimundi.es) y en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV), puesto que no habrá venta de entradas en puerta. Para las funciones en el Teatro Juan Bravo se venderán en sus taquillas y a través de su plataforma de venta (www.tickentrada.com). 

Así mismo será imprescindible la utilización de la mascarilla durante la entrada, salida y transcurso del espectáculo. La hora de entrada a cada uno de los recintos se realizará con una antelación de entre 15 y 45 minutos, para que el acceso a los espacios y la distribución en la sala o recinto sea tranquila y fluida y se eviten las colas, aun considerando que hubiera distancia de seguridad. Los espectáculos están programados en diferentes espacios y en un mismo horario, de forma que el público no coincida en una misma jornada, y a cargo de cada uno de estos espacios habrá personal cualificado del Festival, un jefe o jefa de sala que asistirá la entrada y la salida de los espectadores con itinerarios establecidos para dirigir la circulación de las personas de forma escalonada y por filas, y la ayuda de 50 voluntarios distribuidos en diferentes espacios. Medidas todas ellas para garantizar la distancia y controlar que en ningún momento se evite ninguna de las normas de seguridad. También se dispondrá de gel hidroalcohólico, papeleras de pedal para residuos y los aseos de los espacios permanecerán cerrados al público. 

Desde el personal de organización y artístico también se contempla un protocolo riguroso de seguridad y distancia. “Además de todos nuestros esfuerzos, la mejor forma de celebrar un evento seguro es apelando a la responsabilidad personal. Por eso, con toda lógica, pedimos que si algún espectador manifiesta síntomas 15 días antes, por favor sea responsable y no asista”, afirma Palma. 

La belleza inesperada de las pequeñas cosas, espectáculos íntimos y 21 compañías para hacerlo posible 

Este año no será el año de la cercanía física ni de la interacción entre público y artistas, otra de los rasgos de identidad del Festival, pero sí de la proximidad emocional. Titirimundi, referencia mundial en la difusión y exhibición del teatro de títeres, donde 980 compañías de todo el mundo han mostrado su arte en él, privilegiará una vez más la mirada distinta y compartida desde la tradición y la vanguardia, abriendo una ventana a la riqueza de la ilusión que propicia la creación artística, en una apuesta por impulsar un sector duramente castigado por la pandemia y en la experiencia de vivir las artes escénicas presencialmente, como hecho intrínseco al teatro. 

Serán 21 las compañías que conformarán la 34 edición, en su mayoría españolas o con artistas extranjeros residentes en nuestro país, que realizarán 89 funciones en Segovia capital en 15 espacios de la ciudad (Sala Julio Michel, Sala Ex.Presa 2, Panóptico de La Cárcel_Centro de Creación, La Alhóndiga, Iglesia de San Nicolás, Teatro Juan Bravo, Real Casa de la Moneda, Biblioteca Municipal, Jardín de San Juan de los Caballeros, Jardín del Torreón de Lozoya, Jardín del Seminario, Patio de la Casa de la Tierra, Patio del Palacio de Quintanar, patio de Abraham Senior y Ruinas de San Agustín). Además, 38 sesiones en diferentes pueblos de la provincia gracias al convenio con la Diputación de Segovia, y 19 en las extensiones, que este año se han tenido que limitar a tres ciudades de Castilla y León (Ávila, León y Zamora), Soto del Real en Madrid y Barañáin en Navarra. 

Este Titirimundi especial se llenará de criaturas particulares, como las de Roberto White, las del veterano Jordi Bertran con su emblemática Antología o las de Javier Aranda (Vida y Parias); la delicadeza de María Parrato, proporcionando Alas para renovar los espacios más íntimos o la fe en el porvenir con Títeres Etcétera (Totolín). No faltará la audacia de La Chana con su nuevo montaje (Blancanieves) y su inolvidable Entrediluvios, los cuentos de Rodorín y de La gotera de lazotea, los caminos de búsqueda de La Ortiga y su Kumuluninbu, o hacer la realidad más mágica Con la cabeza en las nubes de la siempre imaginativa Eugenia Manzanera o del insustituible Mister Barti de Alex. Desde Chequia llegará Pavel Šmíd para hablar de lo rápido o lento que se discurre por la vida, y Pelele y El Retablillo nos llevarán a la tradición del títere de guante y cachiporra en el tradicional personaje de Don Cristóbal. La sana locura de los franco-argentinos de Mundo Costrini se mezclará con la fantasía de las compañías segovianas Mutis y Tamanka y con la algarabía de los Titiriteros de Binéfar y su reciente montaje de canciones titiriteras. Y llegará la intimidad más suave desde todo aquello que revive a través de los residuos de la memoria con La melancolía del turista, de Oligor y Microscopía, esas Cosas que se olvidan fácilmente, de Xavier Bobés y Conservando memoria con El Patio: poniéndolo todo a buen recaudo, cuidando la permanencia, manteniendo vivos a otros y sin daño, en un homenaje a los abuelos y por ende a lo extraordinario de las vidas de personas anónimas y a la vez tan cercanas. “Experiencias artísticas donde uno se topa consigo mismo y con aquello que le trasciende. Más que nunca necesitamos de la cultura como instrumento para llegar a nosotros mismos, como observatorio de lo inalcanzable, como alguien decía estos días –apunta Palma-. Somos seres culturales”. 

En esta edición no será posible el desarrollo de Titiricole, la propuesta de Titirimundi para el público infantil que desde 1998 ofrece a los niños la oportunidad de realizar sus títeres en la escuela y representar sus obras en los mismos espacios que los titiriteros, ni vendrán autocares llenos de niños de los colegios de la provincia para asistir a las sesiones escolares. Por eso Titirimundi ha querido regalar tres funciones especiales a puerta cerrada y transmitidas en streaming gracias a La 8 TV a los centros educativos y a los alumnos de Titiricole, así como a los pacientes de la unidad de Pediatría del Hospital General de Segovia, donde Titirimundi desarrolla parte de su labor social cada año. También se ofrecerá una función gratuita el día 26 a los sanitarios y sus familias, previa recogida de las entradas en el CRV. 

Tampoco habrá talleres, de modo que la artista Inés Pasic desarrollará clases magistrales online para docentes, profesionales y público, y se presentará el libro Detectives de objetos por su autora, Shaday Larios (Microscopía) y su editor, Carlos Rod (La uÑa RoTa). También Titirimundi gozará de la música con el concierto en el Teatro Juan Bravo del Ensemble TMC20 dedicado a Maurice Ravel. 

Porque la luna sí se puede tocar con las manos. “Haremos todo lo necesario y lo que esté en las nuestras”, concluye Marián Palma. 

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